Final

Bueno, este es el último post que voy a escribir en este blog. Ha llegado un momento en que ya no me causa inquietud seguir escribiendo y actualizándolo. Simplemente este blog ya ha quemado todos sus cartuchos, y prolongarlo sería estúpido. Y nada, solo eso, no se qué más decir ni escribir. Solo que mi intención no es dejar el mundo de los blogs, solo que este ya ha cumplido su función hace tiempo y ya no daba más de sí. Me gustaría hacer otro blog, uno que ya tengo en mente bastante distinto a este, me gustaría personalizarlo y currarmelo más. Lo malo es que ahora voy a tener menos tiempo que nunca, asique puede que tarde bastante más tiempo del que deseo. Ya veremos.

Que duro es ser friki

Pues eso, que es muy duro ser friki, siempre acudiendo a actos formales y aburridos, sin poder dar la nota. Pero bueno, habrá que resignarse...

Y nada, además de ser duro y poco gratificante, es caro. Ayer estuve de paseo con Roca por València, y en la Fnac ví la película de Silent Hill, y ná, tenía que caer. 15 lerus me costó, menos los 5 lerus que me ahorré por verla por la noche en lugar de ir al cine, Silent Hill la película solo me costó 10 lerus.

Venía con caja negra con un holograma (holograma es con "h" o sin "h", lo miro en el disco de Héroes de Rarezas que hay una canción que se titula asín y lo corroboro):

Mi estantería friki, la que me define en el terreno musical, en el del cine y en el del videojuego, tiene un nuevo inquilino:
Nota: en la última foto hay un ejemplo de propaganda subliminal, ¿quién lo encuentraaaaa?

5 minutos

Por la tele, en los periódicos, he recibido mails en español, en valenciano, en francés, en inglés... Vamos a apagar 5 minutos todas las luces.

¿Pero qué tonterias son esas? Cuando me piro de casa dejo el ordenador enchufado para que el emule se baje esos capitulos de House, para ir a cagar cojo el coche, el aire acondicionado a sustituido el aire natural en mi casa... pero soy super bueno, super ecológico, super comprometido con el medio ambiente. Lo soy porque no dejo de rugir contra las grandes multinacionales, contra EEUU, Bush, Putin y demás indeseables. Pero claro, la Coca-cola light o mi Heineken que no falten en la mesa del bar. Lo soy porque el otro día apaqué 5 minutos todas las luces (¿la de la nevera también, y el pilotito de la minicadena?).

Nos tiene tan comiendo de la mano. El cambio climático ya es infrenable, solo nos quedará amoldarnos a él. Mi ciudad, València, en unos años será un puto desierto, ahora hay sequía pero se siguen construyendo campos de golf, se siguen masificando las costas con edificios... Pero nada, apagando 5 minutos las luces ya está todo hecho, ahora la pelota está en el tejado de los poderosos, de los ultraricos, de esos malos malosos que no dejan de echar humo sulfúrico por las chimeneas de sus ultrafábricas para no parar de ganar millones y millones de euros.

Acabo de leer que en Siberia está nevando nieve amarilla, ¿y a mí que más me da? Mientras pueda hechar esa partidilla al Guild Wars.