Hoy el mundo ha dao otra vuelta
pero nadie me ha avisao
hoy el tiempo me ha pillao
con un lío en la cabeza.
Tirao en la cama
con ganas de nada
hoy el tiempo se ha parao
en la hora que no era.

Hoy el mundo ha dao una vuelta
pero no me ha preguntao
hoy estoy desafinao
hoy estoy de calavera.
Y el alma partida
la pena encendida
en la acera me he sentao
a esperar la primavera.

Primavera que no llega.

Hoy el mundo ha dao otra vuelta
pero no me ha despertao
hoy me levanté girao
hoy me levanté de vuelta.
De capa caida
peleao con la vida
hoy no estoy pa nadie
hoy estoy de vuelta

De vuelta de todo
de vuelta de nada
de vuelta y vuelta
tan joven y de vuelta.

Primavera que no llega.

La noche previa al funeral de su marido, Katherine Cathey se negó a dejar la sala donde estaba el ataúd y durmió cerca del cuerpo sin vida del marine por última vez. Los militares le hicieron una cama. Antes de dormirse, ella encendió su portatil y escuchó canciones que le recordaban a su marido muerto.

Cuando tienes que renunciar a todo, cuando tienes que dejar todo lo que deseas, todo por lo que luchar, todo por lo que morir, atrás. Cuando tienes que elegir entre tu sueño o tu vida. Cuando tienes que elegir entre renunciar a todo por lo que vivir o vivir. Cuando eliges vivir, cuando das ese paso, sabes que nada volverá a ser lo mismo. Sabes que algo muere para siempre. Cuando eliges vivir, ya no importa nada. Solo eres tú. Todo lo que gira alrededor de ti no vale nada. Cuando eliges vivir es cuando más muerto estás.

Mi gato Pocholo.
Vivió haciendo siempre lo que quería, cuando quería y como quería.
Murió haciendo siempre lo que quería, cuando quería y como quería.
Ojala se pueda decir lo mismo de mi cuando ya esté muerto.

Aquellos que han muerto no han hecho más que adelantarse en el camino.

Gracias por todo. Nos vemos en los bares.

este adiós no maquilla un hasta luego este nunca no esconde un ojalá estas cenizas no juegan con fuego este ciego no mira para atrás este notario firma lo que escribe esta letra no la protestaré ahórrate el acuse de recibo estas vísperas son las de después a este ruido tan huérfano de padre no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir este pez ya no muere por tu boca este loco se va con otra loca estos ojos no lloran más por ti

Majestad, el hecho de haberos servido le ha dado valor a mi vida.
En el campo de batalla una vida no es más que un blanco. Por muy buenos que sean asesinando, incluso los mejores guerreros terminan muriendo algún día.
¿Y qué es lo que queda entonces?¿El olvido y la indiferencia, al igual que ocurre con los nombres de incontables soldados rasos?
Yo os protegeré, me dedicaré a proteger el futuro que vos crearéis. Tal es el valor que pude encontrarle a mi vida.