Los hombres no podemos elegir el lugar, la época ni el entorno en el que nacemos… por eso, desde el mismo momento de nuestro nacimiento, cada cual cuenta con unas condiciones de vida distintas. Esto es el destino.
El mundo es un lugar cruel y es natural que así sea.
El principio de la vida no es más que una reacción química. La existencia humana no es más que un ente informe de información memorizada. El alma no existe y la conciencia no es más que actividad frenética de las células nerviosas.
Aunque nos toque vivir completamente solos en un mundo sin compasión y sin dioses, a pesar de todo, yo te ordeno en nombre de la voluntad que vivas.
Puedes aspirar a la maldad, también puedes aspirar a la bondad, incluso puedes tantear tu camino. Pero si no vives, si no vives por mucho genio que tengas, jamás podrás obtener fruto alguno.