sábado, octubre 29, 2005

Una breve historia

Ayer mientras volvíamos del cine, se me ocurrió una historia en el coche del Sr. Roca, una historia breve (sintetizada) pero verídica. Os cuento:

"Yo me considero una persona normal, pero tengo un grave problema. Desde pequeño me comporté como alguien normal: gateaba, meaba por ahí como los perros (gracias Dios por los pañales), idem con la caca, después comía potitos. Con el tiempo dije mi primera palabra, estaba en una guardería, iba al colegío. Del colegío pasé al instituto donde seguí profundizando mis conocimientos y mi capacidad de comprender la unión de letras formando palabras, las cuales formas frases, y las frases forman textos como este que estoy escribiendo ahora mismo. Del instituto pase a la universidad donde me licencié gracias ha esta capacidad mía de formar textos con las palabras de los profesores y reflejarlo en lo que llamamos apuntes. Luego encontré un trabajo más o menos competente, donde hablaba con personas, etc. Pero mi gran problema pone en peligro mi vida social, ¿que cual es?, muy simple: no se leer el significado de las cosas cuando tengo que juntar una palabra con un número, por ejemplo: Fila 4 o Butaca 15. Por favor, ayudadme, es un problema mucho más grave de lo que parece a simple vista."

Dedicado a los energúmenos que ayer nos usurparon nuestros sitios en el kinépolis, obligándonos a permanecer en el pasillo durante los créditos de inicio de la película mientras el acomodador los tiraba para que nos sentaramos nosotros y mientras, de pie, en el pasillo de la sala, jodíamos a los que estaban sentados correctamente y no podían ver la pantalla porque nosotros estabamos de pie en el pasillo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

XD Muy buen argumento.

bionyka dijo...

Eh!! Se merece un mini corto!! creo que podriamos hacer algo con esa idea, me mola!!!
Seguro que eran trokis....ah no, ellos estaban en casa viendo A Todo Gas dos, para ver como se tunean su coche.

Anónimo dijo...

que bueno

Anónimo dijo...

Y mientras el protagonista cuenta todo esto en voz en off acompañada de flashbacks, está ocupando los asientos de un grupo de frikis que esperan en el pasillo de la sala de cine. El corto acaba con el acomodador echándole del asiento y uno de los chavales a los que había quitado el sitio echándole una maldición.